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Luis Martín-Santos, escribiendo en su despacho. Ramón de la Rocha

El pulso dramático de Luis Martín-Santos

OBRAS COMPLETAS ·

Galaxia Gutenberg publica seis textos escritos para el teatro en los que retrata ambientes disparejos y parece 'ver' y 'oír' a sus criaturas en escena

Pedro Barea

Sábado, 10 de mayo 2025, 10:09

Acaba de aparecer el IV tomo con teatro inédito, en el conjunto de Obras Completas de Luis Martín-Santos que publica la Editorial Galaxia Gutenberg. ... Luis Martín-Santos (Larache, 1924-Vitoria 1964), escritor, neuropsiquiatra de oficio y militante socialista por compromiso cívico, perdió su vida en enero de 1964 en una carretera alavesa estrellado contra un camión. Su obra 'Tiempo de silencio' ha sido lectura obligada de preuniversitarios de muchas promociones, y película de Vicente Aranda en 1986. Obra y autor fueron muy influyentes, aunque el teatro quedara varado hasta hoy entre sus carpetas de escritor y médico. El único título que vio la luz del escenario público fue 'Tiempo de silencio' porque otros se lo adaptaron en 2019 y se publicó en 'Ediciones irreverentes' al hilo del estreno. El conjunto de la obra teatral inexplorada hasta hoy, con contenidos a veces incipientes, su teatro conservado, llega ahora al público lector en cuidada presentación.

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  • 'Teatro obras completas' Luis Martín-Santos. Ed: Galaxia Gutenberg.336 páginas, 23 euros.

En el tomo de Galaxia Gutenberg se recogen textos inéditos. Martín-Santos había escrito para la escena desde muy pronto (si cabe que fuera tarde en un autor que apenas cumplió los cuarenta años), y se demuestra que compaginó la escritura teatral con la narrativa y el ensayo científico de su especialidad médica. De la obra dramática han quedado seis piezas recuperadas en este tomo, dos de ellas incompletas, aunque la novela 'Tiempo de silencio' fue drama estrenado en el Teatro de la Abadía de Madrid, en un montaje sobrio, hermoso y trepidante sobre la desilusión y el desengaño ante una realidad sórdida. Hizo aquella meticulosa versión teatral Eberhard Petschinca con dirección de Rafael Sánchez, dramaturgo suizo-alemán, de familia de emigrantes españoles. De la obra hubo alguna lectura dramatizada de pasajes del texto que, al fin, tiene ya una evidente teatralidad en monólogos y soliloquios que respiran una imaginación plástica tan presente en la prosa de Martín-Santos.

'Viaje hasta el límite' está ahora en los escenarios. Teatro Español

Los textos conservados, ya expresamente creados para la escena, tienen empaques diferentes. Algunos son meros apuntes de situación o de diálogo, casi ejercicios de estilo, y otros tienen ya un desarrollo cumplido, incluso una doble elaboración de la que da cuenta el nuevo tomo.

'Irma', fechada en enero de 1946, es el primero de los textos dramáticos del Martín-Santos con solo 21 años, al hilo de acontecimientos históricos coetáneos, en el contexto del derrumbe del III Reich personificado en Irma. Se guardan dos bloques sin fechar de 79 y de 129 páginas mecanografiadas, 'Irma I', 'Irma II', concebidos ambos como tragedia de estilo, con porte académico, disciplinado.

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'Claudia', y un 'Viaje hasta el límite' fechado en 1953 (ahora en el Teatro Español, hasta el 8 de junio), muestra avances considerables en la concepción dramática y el pulso escénico del autor. Son dramas en el ambiente de la alta burguesía, del poder del dinero, donde asfixiantes relaciones familiares abocan a la ruptura, a la desesperación y a la muerte. Suponen un abordaje de Martín-Santos al drama existencial o psicoanalítico.

Realismo y comedia

'Olga' es una comedia en la línea de Jardiel o Mihura. Esta comedia, y las dos breves, 'La novia que no se ve', y la incompleta 'Los churros están fríos', realistas y con diálogos identificables, revelan la capacidad de Martín-Santos para retratar ambientes disparejos, una churrería o un colegio religioso. Son apuntes de obra en el telar del escritor, aunque los textos más enterizos incluyen didascalias o acotaciones muy detalladas: Martín-Santos parece, cuando escribe para el teatro, 'ver' y 'oír' a sus criaturas en la escena, marca gestos, actitudes, silencios, acción. Disfruta con el género y lo vive. 'Los churros están fríos' agrupan cuatro páginas sin título, cuya primera frase sirve al recopilador para convertirla en título de un proyecto que el autor dejó sin nombre. 'La novia que no se ve' son seis páginas con aspecto parecido en el papel y la presencia física del libreto a 'Los churros…', lo que acerca en el tiempo de escritura a ambas, según una de las muchas aportaciones del documentado prólogo y notas finales del profesor de Dramaturgia de la RESAD Fernando Doménech Rico, mentor de la edición.

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Luis Martín-Santos tiene la capacidad de impregnar al lector, al espectador habría que decir, de atmósferas cercanas. Quienes le conocieron más lo recordaban con un humor disfrazado de gravedad en persona, sin carcajada, pero de un sentido crítico y una causticidad visceral.

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