Los servicios secretos rusos usan pintadas antisemitas para desestabilizar Francia
El último acto de este tipo fue realizado por un grupo de serbios, supuestamente contratados por Moscú, que degradaron tres sinagogas y el Memorial de la Shoah en París
La madrugada del 31 de mayo los muros de tres sinagogas, un restaurante y del Memorial de la Shoah en París aparecieron pintados de verde. ... Esas inquietantes degradaciones atrajeron rápidamente la atención de los medios y la clase política francesa. «El antisemitismo no tiene cabida en nuestra ciudad ni en nuestra República», aseguró ese sábado el ministro del Interior, Bruno Retailleau. Once días después, las fuerzas de seguridad consideran que esas pintadas no estaban motivadas por el racismo contra los judíos, sino por otro objetivo: desestabilizar a Francia, país implicado en el apoyo político y militar a Ucrania.
Los responsables de esas degradaciones en cinco lugares emblemáticos de la comunidad judía fueron un grupo de serbios, contratados por los servicios secretos rusos, informó este miércoles el semanario 'Le Canard enchaîné'. La policía arrestó la semana pasada a tres de los cinco autores de esas pintadas. Eso les ha servido para descubrir a una parte de la cadena de comando e identificar a dos miembros de los servicios secretos de Moscú, apodados «Cavke» y «Trouba», como los impulsores de esa acción. Dos días antes de lanzar la pintura, hicieron circular en las redes sociales un artículo que atribuían falsamente a la revista 'Le Point', cuyo titular era «Macron cabalga la ola del antisemitismo».
Representa la quinta operación de desestabilización organizada por Rusia en el espacio público en Francia durante el último año y medio. La mayoría de esas acciones han sido realizadas a través de un pretexto antisemita. En el caso de este ataque con pintura verde (uno de los colores de la bandera palestina), los autores fueron contratados a cambio de 1.000 euros cada uno de ellos y viajaron expresamente de Serbia a Francia. Dos de ellos huyeron en avión el día después, pero a los otros tres los detuvieron en la localidad playera de Juan-les-Pins. Los agentes, según el semanario de investigación, sospechan que habían ido a esa ciudad de la Costa Azul para cometer otras degradaciones, dado que allí hay cuatro sinagogas.
Posible pena de 20 años de prisión
Esta acción tiene un modus operandi parecido a las estrellas de David pintadas en octubre de 2023 en diversas calles de París. Ese incidente hizo correr ríos de tinta en los medios galos. Inicialmente fue presentado como un ejemplo del aumento del antisemitismo tras el inicio de la guerra de Gaza hasta que se supo que había sido causado por dos moldavas, contratadas por un empresario cercano a las altas esferas en Moscú. Los servicios secretos rusos también estuvieron detrás de unas manos rojas pintadas en los muros del Memorial de la Shoah en mayo del año pasado.
Desde el 7 de octubre de 2023, han aumentado de manera preocupante en Francia los episodios de racismo contra los judíos y los musulmanes. Cuando los servicios secretos rusos financian acciones de este tipo, lo hacen sabiendo que ponen el dedo en la llaga y tensan las frágiles costuras de la multicultural sociedad gala. Ante la sucesión de estas operaciones de desestabilización, la Asamblea Nacional adoptó el pasado verano una ley contra las injerencias extranjeras. Por ese motivo, los cinco serbios se enfrentan a una posible pena máxima de 20 años de prisión y una multa de 300.000 euros. Su broma de mal gusto les puede salir muy cara.
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