Segura

Cuando vienen sus amigos a casa no dudan: las sagas 'A todo tren' y 'Padre no hay más que uno' siempre caen. La quinta aventura de la familia numerosa llega puntual este jueves a las salas, como todos los veranos. Su director y protagonista jura que es la última, seguramente ya por puro aburrimiento de seguir exprimiendo el filón. Sin embargo, los tiempos son más propicios para el humor blanco e inofensivo de la comedia de adosado que para el 'Torrente presidente' que prepara desde hace años.

De la misma manera que hasta que llegó 'La revuelta' las estrellas en promoción solo tenían un programa al que acudir –'El hormiguero'–, las familias que querían ir juntas al cine solo contaban con las comedias de Santiago Segura para esa hermosa comunión que consiste en ver una película en la oscuridad, sin móviles, contagiándonos de las risas ajenas.

Quizá 'Padre no hay más que uno 2' no sea Lubitsch, pero los exhibidores nunca olvidarán    que, gracias a ella, el 7 de agosto de 2020, tras cuatro meses cerrados por la pandemia, los cines empezaron a poblarse de espectadores con mascarilla.

Santiago Segura participaba en concursos cuando no era popular para conseguir dinero con el que rodar sus cortos. Convertir su propia figura en instrumento de promoción con una camiseta de su último estreno es ya una tradición para este director al que ser padre cambió el registro de su humor y que ha colmado de sobras sus ansias de popularidad.