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La provincia de Segovia vive una situación laboral histórica. No solo por anotar la mayor tasa de ocupación desde que se tienen registros en 2002, ... sino también por haber dado un gran impulso del empleo desde la pandemia. Una vez que fue superado el bache que supuso la llegada del coronavirus, las cifras relativas a la población trabajadora se han estabilizado en niveles muy similares a los que había hace quince años, justo antes del estallido de la crisis financiera. Son las mujeres y las personas mayores de 55 años quienes están detrás del empuje de la tasa de ocupación y la firma de contratos en los diferentes municipios segovianos.
La evolución del empleo es uno de los factores que definen el desarrollo de las diferentes regiones. Segovia ha escalado posiciones en este sentido en el primer trimestre del año, tras haber apuntado una de las mayores tasas de empleo de la última década hasta constituirse la octava provincia con más población ocupada entre el total de personas activas, que son aquellas que superan los 16 años. En concreto, más del 54%. Está muy por encima incluso de la media nacional, que se sitúa casi tres puntos por debajo, y tan solo se encuentra por detrás de Madrid, Lérida, Barcelona, Teruel, Guadalajara y Huesca.
Esta realidad repercute directamente en la proporción de afiliados y desempleados. Por un lado, Segovia nunca había tenido tantos residentes ocupados laboralmente como ahora. Al menos, desde que el Instituto Nacional de Estadística (INE) elabora la Encuesta de Población Activa (EPA) en 2002. Más del 95% de su población en edad de trabajar desempeña algún tipo de labor por cuenta ajena o propia. Esto significa que más de 73.900 habitantes segovianos son empresarios, asalariados o brindan apoyo en un negocio familiar. Son casi 13.000 personas más que hace tan solo diez años.
En términos absolutos, la provincia tiene incluso más personas con empleo que otros territorios con mayor tamaño, como son Palencia, Ávila o Zamora, de modo que esquiva la tendencia que ha seguido el conjunto del país, consistente en una drástica disminución del número de ocupados. En el caso segoviano, la caída respecto a finales de 2024 ha sido mucho más ligera, fruto de la finalización de la campaña navideña.
Los picos en la estadística de la EPA suelen coincidir con la etapa veraniega o el periodo vacacional de diciembre, por lo que los trimestres no coincidentes con estas fechas suelen lamentar el descenso del número de empleados. Pero un aspecto llamativo es que estas fluctuaciones tienden al equilibrio, es decir, desde algo más de un año no hay grandes desplomes ni notables incrementos en la tasa de empleo.
Es un hito conseguido gracias a unos protagonistas claros: las mujeres, que cada vez tienen más presencia en el mercado laboral; y las personas mayores de 55 años, pues es el colectivo de edad que sustenta casi un cuarto de los puestos laborales en la provincia. El género femenino todavía no es mayoritario en el resumen de las cifras de empleo y mantiene una gran distancia con el número de hombres. Aun así, las trabajadoras vuelven a protagonizar un destacado repunte y ya son son más de 31.000 mujeres con residencia en Segovia las que están dadas de alta en la Seguridad Social actualmente frente a los 41.000 varones.
La brecha se ha recortado con el paso de los años, ya que a principios de siglo trabajaban el doble de hombres (38.000) que mujeres segovianas (19.000). Asimismo, mientras que el dato de empleados de género masculino experimenta variaciones a lo largo de los meses, con sucesivas caídas y subidas, el de mujeres visibiliza un progresivo y estable aumento desde 2014. Su participación en el mercado laboral ronda de forma general el 50%, lo que indica que aproximadamente la mitad de las segovianas cuentan con una profesión. Es un umbral que, por el momento, tan solo se ha superado en dos ocasiones: en los primeros meses de 2023 y 2024. Por el contrario, algo más del 60% de los varones a partir de 16 años trabajan, lo que supone hasta siete puntos menos que a mediados de 2008, de acuerdo con el INE.
La mayoría de los ocupados, sin distinción de género, están dedicados al sector servicios. En concreto, casi dos tercios de los segovianos activos (50.000 personas) se dedican a las diferentes labores que están englobadas en el gremio: desde el comercio y hostelería hasta el transporte y las finanzas. Es una de las ramas de actividad que apuntan al auge en Segovia, a lo que se suma la industria, aunque su mano de obra es mucho más reducida, pues contabiliza algo más de 13.000 trabajadores o demandantes de empleo.
La construcción y agricultura, actividades con menor presencia según ha avanzado el tiempo, informan de cifras mucho más bajas, al rondar los 6.000 empleados de forma general. Estos son a su vez los sectores que, en términos porcentuales, notifican mayores diferencias entre los trabajadores afiliados y la correspondiente población activa que busca empleo en estos gremios.
La evolución es incluso más dispar si el aspecto analizado son las edades. Los diferentes rangos etarios no tienen una misma implicación en el tejido productivo segoviano. Los tiempos han cambiado. Muestra de ello es que la edad media de la mano de obra se haya elevado desde principios de siglo. Por ejemplo, hace justo veinte años el 74% de las personas activas, integradas en el mercado de trabajo, tenía entre 25 y 54 años. Tradicionalmente era el colectivo que monopolizaba las afiliaciones, salvo puntuales excepciones, ya que en ocasiones convivían con algunos trabajadores más mayores (suponían el 14%) y, en menor medida, más jóvenes (20%).
Por tanto, sorprende que en pleno 2025 este amplio grupo haya perdido cierta presencia, hasta suponer el 66%, frente al destacado repunte de los empleados que tienen 55 años o más, que copan casi tres de cada diez contratos rubricados en la provincia. Asimismo, el comienzo de la trayectoria profesional por parte de los jóvenes se ha dilatado con el paso de los años. Forman parte de la población inactiva durante más tiempo con motivo de la especialización universitaria o la formación profesional. De ahí que la cifra de estudiantes recabada por la EPA a principios de 2025 haya sido la misma que la de personas que realizan labores del hogar: 12.700. La diferencia es que, mientras que los universitarios y alumnos van en aumento, el recuento de segovianos dedicados a las tareas domésticas cae en picado.
No sucede lo mismo con los pensionistas y jubilados, que siguen sin tocar techo, pues se contabilizan dos personas retiradas de la vida laboral por cada cinco trabajadores en activo en Segovia. Por su parte, los datos de personas con incapacidad permanente han descendido en los últimos dos años casi a la mitad, al pasar de 4.000 a 2.000 segovianos inactivos.
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