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El viaducto de Arco de Ladrillo recupera los cuatro carriles un año y 2,3 millones despuésEl remozado viaducto de Arco de Ladrillo ha recuperado a primera hora de la mañana de este jueves los cuatro carriles de circulación después de ... un año de obras y una inversión de 2,3 millones de euros (350.000 más de los previstos inicialmente). Y lo ha hecho con su calzada aún sin asfaltar y con marcas viales amarillas dibujando su mediana y las líenas discontinuas. Tampoco han acabado las obras de urbanización a los pies de la veterana infraestructura, del lado que mira a la Ciudad de la Comunicación y Delicias, donde los operarios continúan renovando el firme bajo los pilares, donde todo apunta a que se prohibirá estacionar, y reorganizando los aparcamientos del lado de la plaza de los Ferroviarios.
En cuanto a la parte superior del viaducto, donde se han renovado los quitamiedos, ampliado ligeramente la calzada, reforzado parcialmente el tablero y renovada la iluminación, los operarios han terminado de retirar hoy la señalización de obra y pintado las marcas viales provisionales solo en el centro de la calzada. Así que a primera hora de la mañana se ha recuperado la normalidad y desde entonces los conductores pueden volver a circular por sus cuatro carriles, dos en cada sentido, después de casi doce meses de atascos al verse reducida la circulación a uno solo para facilitar la intervención de urgencia aprobada por el Ayuntamiento el 30 de mayo del año pasado y que supuso el corte parcial de la calzada desde el día siguiente.
La reapertura del viaducto, no obstante, se ha realizado con la calzada sin asfaltar, una operación, la de extendido del aglomerado, que se realizará a partir del próximo domingo y que se ejecutará hasta el jueves siguiente en horario nocturno, de 22:00 a 7:00 horas, cuando la infraestructura se cortará por completo a la circulación. De manera que habrá que esperar, si se cumple el calendario previsto, al viernes de la semana que viene (30 de mayo) para que el viaducto recuperé por completo la normalidad.
Lo hará, eso sí, a expensas de una última intervención, aconsejada por los propios ingenieros que han trabajado en las obras (de la empresa INES), de refuerzo de las vigas laterales de la parte central del tablero, que presentan algunos daños que, según aclaran los propios ingenieros, y así lo afirma el concejal de Movilidad, Alberto Gutiérrez, no afectan a la estabilidad de un viaducto que soporta a diario el paso de miles de vehículos. El informe remitido por la empresa al Ayuntamiento advierte de que debe prohibirse, al menos, el paso de vehículos pesados (solo camiones de más de 26 toneladas -tienen prohibido circular por el casco urbano los de más de doce-) hasta que se realice una intervención posterior a las actuales obras de refuerzo de dichas vigas.
El viaducto de Arco de Ladrillo, sea como fuere, ha vuelto a acoger desde este jueves el paso de vehículos por su renovado tablero de 413 metros de longitud y algo más de 13 de ancho, cuyos renovados bordes lucen los nuevos quitamiedos de triple bionda, capaces de «soportar el impacto de un camión», y un metro de altura colocados en los últimos meses, primero del lado que mira a la estación de trenes y luego de la calzada contraria, la última que ha permanecido cerrada hasta hoy.
Y mientras tanto, a los pies del viaducto, los operarios continúan trabajando para rematar los trabajos de reurbanización de su entorno. Por un lado, el de la estación de autobuses, se mantiene cortada la vía de servicio que une Puente Colgante con el cruce con el paso del Hospital Militar, donde se ha habilitado una acera adosado a los muros del propio viaducto y se ha reducido la calzada a un solo carril de circulación.
Al número 2 de Recondo
De debajo del tablero
Y bajo el tablero, al borde mismo de las vías, también del lado que mira al centro, los operarios han comenzado a retirar las vallas de obra que cerraban el paso a los viandantes bajo los pilares una vez renovada la acera que ocupaba la antigua parada de autobuses, que se ha trasladado a unos metros, al inicio de la calle Recondo, a la altura del número 2, donde está colocada ya la marquesina, habilitada la dársena y plantado un par de árboles en alcorques. La parada en cuestión, que dará servicio a las líneas 2, 9, LC, LP, U1, M1, P13, B1 y F2, aún no está operativa a la espera de la colocación y activación de los paneles de tiempos de espera.
Al otro lado de las vías, a su vez, trabajan los obreros en las obras de reurbanización de la parte inferior del viaducto y del lateral que discurre al borde de los jardines de la plaza de los Ferroviarios, un vial que se mantiene cerrado al tráfico (hasta final de obra) desde el cruce con la calle Mikado.
Allí los obreros, en una intervención al margen de la realizada en el viaducto, han talado una pequeña hilera de árboles y están habilitando el espacio para recuperar una veintena de plazas de aparcamientos, que antes estaban sobre el asfalto y que ahora estarán delimitadas por bordillos al borde de la zona verde. Y bajo el viaducto, en los huecos entre los pilares del tablero, están colocando adoquines que en la práctica impedirán aparcar en un espacio que tradicionalmente ofrecía 32 plazas de estacionamiento, más alegales que legales, pero permitidas. Estas plazas se suprimirán, en apariencia, para evitar la presencia de vehículos entre los pilares y recuperar este espacio de paso para los viandantes.
Y todo ello con el proyecto redactado para demoler el viaducto y construir un amplio túnel para vehículos y viandantes bajo el lecho ferroviario durmiendo, por ahora, el sueño de los justos a expensas de que Adif resuelva las alegaciones presentadas por el Ayuntamiento contra un subterráneo que, de haber sido aprobado en el consejo de la Sociedad Valladolid Alta Velocidad, podría estar ya en ejecución. No parece que vaya a estarlo, al menos, a medio plazo.
El propio alcalde, Jesús Julio Carnero, y los responsables de la obras de urgencia aprobadas hace un año para rehabilitar la infraestructura ya anunciaron en su momento que esta intervención, que ha costado 2,3 millones de euros, permitirá prolongar la vida útil del viaducto de Arco de Ladrillo, inaugurado en un lejano mes de septiembre de 1964, como parte del trazado de la Nacional 601, «otros cincuenta años».
Los conductores, de momento, pueden volver a pasar por sus cuatro carriles en sentido de entrada y salida de la ciudad. El domingo y durante las cuatro madrugadas siguientes se asfaltará su calzada, después se pintarán las marcas viales definitivas y el viernes se reabrirá con normalidad. Por lo que parece, por mucho tiempo.
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