Palencia

La víctima no quiere acusar a los dos hermanos que la agredieron sexualmente en Autilla

Los hechos ocurrieron el 9 de marzo de 2024, cuando uno de los agresores, el joven de 27 años en aquel momento, y la víctima (unos años mayor que él) quedaron en la localidad de Autilla del Pino (se habían conocido y mantenían cierta relación a través de Internet), donde los detenidos acuden a una parcela con merendero que es propiedad de la pareja de su madre. El joven, en un determinado momento, propuso a la víctima mantener relaciones sexuales, y al negarse esta, la obligó. A partir de ese momento, hubo una sucesión de agresiones sexuales y maltrato físico, amordazándola y diciéndole que se encontraba secuestrada.

Al día siguiente por la mañana, el agresor llamó a su hermano pequeño, quien también participó en el maltrato físico. Durante ese día, obligaron a la víctima a realizar tres transferencias por Bizum a sus cuentas, por un valor total de 850 euros. Por la tarde, los dos agresores optaron por salir del domicilio, dejando a la víctima atada a una estructura metálica (un ponedero de gallinas) para que no pudiera escapar.

Horas después, la víctima consiguió liberarse y salir a la calle a pedir auxilio, refugiándose en el Centro de Mayores de Autilla del Pino, donde solicitó ayuda por haber sido agredida sexualmente. La Guardia Civil se desplazó inmediatamente al lugar para atender a la víctima, trasladándola al Hospital Río Carrión de Palencia para una exploración y posterior toma de declaración.

Al mismo tiempo, los agresores habían estado en dos locales de alterne, en uno de los cuales, ubicado en el término de Villamuriel de Cerrato y al que llegaron en taxi, robaron un vehículo. A escasos metros después, los dos agresores sufrieron un siniestro vial, por lo que decidieron tratar de robar otro vehículo. Una patrulla del Subsector de Tráfico observó dicho siniestro y se detuvo a auxiliarles, momento en el que los dos hermanos trataron de abordarles para robarles el vehículo, sin que fueran conscientes de que eran agentes de la Guardia Civil, siendo inmediatamente detenidos por el delito de hurto de vehículo.

Los dos hermanos fueron trasladados a las dependencias oficiales de la Guardia Civil en Palencia. Cuando se procedió a identificarles, uno de ellos coincidía con la filiación de la persona que vivía en la casa donde se produjo la agresión, por lo que se avisó a los agentes de Policía Judicial que estaban instruyendo las diligencias por agresión sexual y detención ilegal, comunicándoles que ya tenían detenidos a los dos supuestos autores de esos hechos.

En el registro de las pertenencias se encontró documentación personal de la víctima, así como su teléfono móvil. También se localizaron tres dosis individuales de sustancias estupefacientes.

Los dos hermanos están siendo investigados por los delitos de agresión sexual continuada, detención ilegal y secuestro, torturas, amenazas, atentado a agentes de la autoridad, robo con violencia y hurto. Y en el procedimiento sumario que se sigue contra ellos en la Audiencia Provincial de Palencia hay rocambolescas novedades. Rocambolescas porque la perjudicada, al parecer, ha estado visitando durante este tiempo en prisión al mayor de los hermanos a través de locutorios, y ha llegado a pedir incluso un vis a vis con él.

Desde la dirección del centro penitenciario de La Moraleja se han solicitado instrucciones a la Audiencia Provincial de Palencia sobre cómo actuar al respecto y la Fiscalía de Palencia ha solicitado finalmente la prohibición de comunicación, acordándose dicha medida cautelar. Además, la perjudicada ya ha manifestado su intención de no ejercer la acusación particular y su rechazo a que la Asociación Clara Campoamor haga lo propio como acusación popular.