La reposición de plazas de médicos de familia mejorará a partir de 2030

Desde hace tres semanas, los próximos Médicos Internos Residentes (MIR) del país eligen sus plazas, su especialidad y su destino. Una convocatoria más, el proceso lanzado por el Ministerio de Sanidad deja en evidencia que la Atención Primaria es la que se topa con más dificultades para cubrir las vacantes en liza. No es un mal exclusivo de Segovia, ni siquiera de Castilla y León. Es un problema que afecta a buena parte de España. Y sino, basta con comprobar cómo en los primeros ocho días de la convocatoria abierta únicamente se habían cubierto el 10% de las plazas que se habían puesto en liza en el conjunto nacional para la especialidad de Medicina de Familia y Comunitaria.

La Central Sindical Independiente de Funcionarios (CSIF) critica «el abandono que estos especialistas de la Sanidad sufren por parte de las diferentes administraciones, que no los han cuidado ni incentivado a pesar de la necesidad urgente de reformas estructurales».

En la provincia de Segovia, la oferta global constaba de 24 plazas cuando comenzaron a correr los turnos por el orden establecido que regula el acceso de los graduados en Medicina. En la tarde de este lunes el contador ha llegado a los 10.100 candidatos que ya han gestionado sus preferencias. Esas plazas en las especialidades, centros y destinos que escogen van desapareciendo del listado original cuando ya disponen de un titular que se ha fijado en ellos y ha formulado su reserva. La primera asignación en Segovia se hizo de rogar cuatro días. Fue para la unidad docente de Oftalmología en el Hospital General. Por delante habían pasado los primeros 2.327 aspirantes.

Entre el 8 y el 22 de mayo, los candidatos han ido agotando la oferta que les cita con el complejo asistencial de referencia en la provincia. Al menos iniciarán en él sus años de instrucción teórica y sobre todo práctica. Esto quiere decir que en las últimas tres semanas, quince futuros Médicos Internos Residentes más se han ido apuntando para desarrollar esa formación especializada en las siguientes áreas: dos lo harán en Radiodiagnóstico; y uno en Anestesiología y Reanimación; en Obstetricia y Ginecología; en Cirugía Ortopédica y Traumatología; Urología; Pediatría y sus áreas específicas; Psiquiatría; Neurología; Cirugía General y del Aparato Digestivo; Hematología y Hemoterapia; Nefrología; Medicina Intensiva; Medicina Interna, y Geriatría.

Las dos últimas elecciones hechas por otros tantos aspirantes -ambas tramitadas el pasado viernes día 23- fueron las primeras del cupo de ocho que reservaba la convocatoria del Ministerio de Sanidad para las residencias como médicos de familia. Que hayan quedado relegadas confirma que la Atención Primaria carece del reclamo que sí poseen las unidades docentes de un complejo hospitalario para captar savia nueva y recambios a las bajas que se producen fundamentalmente por las jubilaciones de los especialistas al llegar a la edad legal de los 65 años.

El primer nivel asistencial de las dieciséis zonas básicas en las que se divide la administración de la sanidad pública en la provincia es, por lo tanto, el que más acusa la dificultad a la que alude el presidente del Colegio Oficial de Médicos de Segovia, Graciliano Estrada, para completar los puestos que dejan vacantes los concursos de traslados, la movilidad geográfica de los galenos activos y las jubilaciones que se producen en los equipos. No es algo nuevo.

El problema «viene de lejos». Se remonta a 1995, que es cuando entró en vigor la norma estatal que establecía la obligación de realizar un periodo de residencia formativa especializada, por lo que hace treinta años que comenzaron su andadura las promociones de Médicos Internos Residentes de Medicina Familiar y Comunitaria.

«El decalaje» proviene de aquella época. El también jefe de Neumología del Hospital General se refiere a las diferencias que se dan en la Atención Primaria entre los doctores que salen y los que entran. Ese desajuste que hace que haya vacantes libres sin titular en el primer nivel de la asistencia sanitaria se va a ir corrigiendo, vaticina el responsable colegial, quien achaca el desfase a un fallo en los cálculos entre la provisión y la disponibilidad de plazas en esta especialidad. «A partir de 2030 se va a estabilizar», lo que significará un equilibrio entre las altas y bajas y, a mayores, menos demoras en la cobertura de los puestos de médicos de familia que queden libres en el sistema público de Sacyl.

«Las provincias pequeñas suelen tener más problemas», destaca Estrada, quien cita, por ejemplo, otros territorios de Castilla y León donde también cuesta encontrar médicos de familia como Ávila, Palencia o Zamora; y amplía el radio de las dificultades a otras regiones, como Castilla-La Mancha, Aragón, y parte de Andalucía. Guadalajara, Cuenca, Teruel, Huesca o Huelva son plazas que tardan también en completar las vacantes ofertadas para la formación sanitaria especializada que han de llevar a cabo los residentes en Medicina de Familia y Comunitaria. «Son provincias de lo que se ha denominado la España Vaciada», localiza el conflicto el presidente del estamento colegial.

A fecha del 31 de diciembre de 2024, el Colegio Oficial de Médicos contaba con 984 profesionales adscritos en la provincia, 246 más que veinte años atrás, lo que representa un aumento del 33,3%. Es la cota más alta de galenos que ha escalado hasta ahora la institución, gracias en buena parte a la feminización que ha ido 'in crescendo' en la profesión. El también jefe de Neumología del Hospital General Universitario de Segovia aplaude la incorporación de colegiaciones, lo que ha hecho que se reenfoquen las preocupaciones y demandas hacia otros objetivos que no se concentran tanto ahora en garantizar el relevo generacional.

Tan importante como la incorporación de residentes es la fidelización de sanitarios. Los programas para captar a los MIR que acaban ese periodo formativo con el objetivo de que se queden a trabajar en la sanidad pública segoviana han ido dando sus frutos. En 2023, se multiplicó la cifra de residentes que decidieron continuar su desempeño laboral en la provincia. En concreto, veintiuno manifestaron su intención de seguir, cinco veces más que los que lo habían hecho doce meses antes.

Estrada llama la atención sobre esa lealtad una vez terminada la residencia y ensalza los esfuerzos por «primar la fidelización en sitios donde hacen más falta». Entre ellos está Segovia. «Lo que sí sería preocupante es que quedaran puestos vacantes al finalizar el proceso de elección» de destino, subraya el representante profesional.

El presidente del Colegio Oficial de Médicos se muestra «confiado» en que las seis vacantes que en la tarde de este lunes continuaban sin 'dueño' en la Medicina de Familia y Comunitaria de la provincia se van a cubrir. «Entre el candidato 8.000 y 8.500 a lo mejor hay dos preguntas, no hay diferencia, todos son buenos, aunque venga de la repesca». Graciliano Estrada apunta que el proceso de los MIR «es para ordenar, no para seleccionar».

Las diferencias entre provincias en cuanto a las cifras de dotaciones de médicos en activo puede incurrir en desigualdades entre territorios de la misma comunidad autónoma y, por ende, acarrear un problema en el desarrollo profesional de los galenos y redundar de manera negativa en la cobertura de las necesidades sanitarias que demandan los ciudadanos. Esta es una de las conclusiones que se extrajeron del último estudio demográfico elaborado por el Consejo de Colegios Oficiales de Médicos de Castilla y León, cuyo autor fue precisamente Estrada. Esa radiografía, publicada en otoño del año pasado, recolocaba el foco de atención, lo movía desde el temor a carecer de un relevo generacional para cubrir la cascada de jubilaciones prevista para la segunda mitad de la presente década y lo posaba sobre las tasas de reposición.

Estrada recuerda la inquietud que hizo temblar a toda la profesión, y que se plasmó en el primer informe demográfico que él mismo coordinó, porque se vislumbraba un aluvión de bajas entre el personal médico por cumplir la edad legal de los 65 años y un déficit de activos para cubrir las vacantes generadas por las jubilaciones. Sin embargo, el presidente colegial otea ahora el panorama con una perspectiva más tranquilizadora, optimista y serena. El aumento de inscripciones de profesionales adscritos al organismo profesional no solo sirve para paliar esas retiradas, sino que además el saldo revela que «hay más médicos».