Una chispa de una cosechadora, principal hipótesis del gran incendio de Lleida
El propietario de una explotación agraria acudió al rescate de un trabajador y los dos murieron por el fuego
El primer gran incendio del verano en España se ha cobrado la vida de dos personas, dos trabajadores del campo, en Lleida. Los dos fallecidos quedaron atrapados por la violencia del fuego. Según ha relatado este miércoles el alcalde de Guissona, Jaume Ars, el propietario de una finca agrícola acudió al rescate de un trabajador que se había quedado atrapado por las llamas y que le llamó para pedir ayuda.
Intentaron esquivar el fuego pero la virulencia del incendio acabó siendo una trampa mortal. Trataron de huir en un vehículo, quedaron atrapados, siguieron a pie y al final intentaron refugiarse bajo unas rocas. Se trata de dos hombres, de 50 y 30 años. Murieron en el término municipal de Coscó y eran vecinos de Renan, en Lleida.
El incendio que ha afectado a las comarcas leridanas de la Noguera, Segarra y Urgell, ha devorado 6.500 hectáreas en un tiempo récord. Las primeras hipótesis apuntan que la chispa de una cosechadora pudo provocar el incendio, según la investigación de los agentes rurales de la Generalitat. El propio agricultor dio la voz de alarma sobre las 14 horas. La nube de fuego alcanzó los 14 kilómetros de altura y el fuego se extendió a una velocidad cercana a los 30 kilómetros por hora, cerca del récord europeo, según han señalado este miércoles los bomberos de la Generalitat, que han dado por estabilizado el incendio.
El presidente de la Generalitat, Salvador Illa, ha suspendido toda su agenda y ha acudido al lugar del siniestro. Ha pedido prudencia a la población. «Los fuegos no son como antes», ha asegurado. Este incendio ha sido catalogado de sexta generación, por su capacidad destructiva y su virulencia.
«Hoy será un día de mucho riesgo, de mucho riesgo», ha alertado Illa. El jefe del Ejecutivo catalán ha informado que dos bomberos han resultado heridos leves en las labores de extinción. «No se puede dar el trabajo por hecho», ha afirmado el president, a pesar de que el fuego está en fase de estabilidad. Unas 20.000 personas tuvieron que ser confinadas ayer en estas zonas de Lleida por el riesgo del humo que provocó el incendio.
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