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El viernes día 12 de junio, a las 13 horas, se anticipa una reunión tensa en el consejo de administración de la sociedad Valladolid Alta ... Velocidad. El Ministerio de Transportes ha incluido en el orden del día sacar a licitación las obras de los tres pasos de Ariza. Que no son obras menores, precisamente. El que une las calles Adolfo Suárez-Boston con la calle Hípica serviría de conexión Delicias-Paseo de Zorrilla con dos carriles para vehículos, uno por sentido. Los otros dos pasos, uno para suplir la actual pasarela de la plaza del Crepúsculo y otro entre la avenida de Irún y la prolongación de la Calle Guadalajara, serán solo peatonales y ciclistas y son de ejecución más sencilla.
En la última reunión del consejo de administración de la entidad, el Ministerio lanzó un ultimátum. O empezaban a tramitarse obras o se disolvía la sociedad. Y de ahí salió el compromiso para que se licitara la obra de Unión y Pelícano. Procedimiento que está en marcha, pero también con matices. El Ayuntamiento, que se hizo cargo de la dirección de obra de Padre Claret, no ha respondido al requerimiento de la sociedad Valladolid Alta Velocidad para que asuma la de este paso, por lo que también se tendrá que licitar la dirección de obra y eso demorará el comienzo de los trabajos.
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En aquella reunión del mes de marzo, el secretario de Estado, José Antonio Santano, habló de que antes del 30 de junio se tendría que aprobar la licitación de los pasos de Ariza. El alcalde, Jesús Julio Carnero, argumentaba que no tenía sentido avanzar en ello mientras estuviera activa la vía de Ariza, a pesar de que esta tenía ya fecha de caducidad. Una fecha que se ha cumplido, además. Después de Semana Santa, los trenes de Renault comenzaron a circular por la variante de mercancías y la vía quedó sin uso. Hoy ya se ha comenzado el desmontaje de las vías, como se puede comprobar en el paso a nivel de Las Norias.
Zona con el nuevo paso
Zona actual
El Ayuntamiento alegó dos problemas más. Uno, un trámite que correspondía a Adif, rubricar la concesión de dominio público de los terrenos liberados. Otro, en manos del Ayuntamiento, la modificación del informe de supervisión que indica que estos pasos están recogidos en el Plan General de Ordenación Urbana. Adif ha resuelto el suyo. El Ayuntamiento no. Según fuentes de la sociedad, se le ha requerido «en varias ocasiones» para que lo resuelva, sin éxito.
Así que habrá choque de nuevo. Y no será menor.
El convenio de integración ferroviaria se ha convertido en una batalla burocrática. Jesús Julio Carnero insistía en una entrevista reciente en que solo se han acometido unos pocos de los pasos previstos. Y desde el otro bando se asegura que eso es falso, que no solo se han realizado ya Andrómeda, Rafael Cano, Labradores y Panaderos y Padre Claret, algunos de ellos fuera del convenio, sino que está en licitación la obra de Unión y Pelícano y proyectados los tres de Ariza, el de Arco de Ladrillo y, casi, el peatonal de San Isidro. Es decir, prácticamente todo el tramo norte de la vía a partir de la estación, que comprende los más relevantes de los previstos en el convenio, dado que hacia el sur, Covaresa, Parque Alameda y La Rubia, los que quedan son de menor envergadura. Son pasos, además, que se realizarán una vez que se desarrollen urbanísticamente los terrenos de lo que será el nuevo barrio de Argales, donde hoy se ubican las instalaciones de Redalsa.
El paso de San Isidro era otro de los que esperaban que las incidencias burocráticas se resolvieran. También, en este caso, se trataba de una incidencia municipal, según aseguran fuentes de la sociedad Valladolid Alta Velocidad. El Consistorio aprobó en Junta de Gobierno el pasado 19 de mayo el proyecto de construcción. El proyecto se licitó en el año 2020 junto a los de Padre Claret y Unión-Pelícano.
Con este contexto, la reunión se prevé tan tensa como la última. Carnero ha evitado pronunciarse sobre qué dirá el Ayuntamiento respecto a los pasos de Ariza. Hace unos días se limitó a señalar que su única intención es «no colapsar la ciudad». En el caso de los tres pasos de la vía de Ariza, en la ciudad de la comunicación, parece que no se corre ese riesgo. El principal, el de vehículos, arranca en la calle Adolfo Suárez, perpendicular a la vía de Ariza, donde ahora muere en un muro justo antes de la vía. Tras él aún queda espacio hasta las vías del tren, que cruzará por debajo para desembocar en la calle Hípica.
A día de hoy, llegar desde el cruce del paseo de Farnesio con la carretera de Madrid hasta el paseo de Zorrilla a la altura de El Corte Inglés supone, en el mejor de los casos, un recorrido de 1,7 kilómetros por Arco de Ladrillo y Puente Colgante, en un trazado que, según cálculo de Google Maps, puede suponer 6 minutos de trayecto. Hay que tener en cuenta el desarrollo de toda la barriada de los cuarteles, ya en ejecución, y el posterior de los viejos talleres de Farnesio. La salida por la ciudad de la Comunicación hacia Hípica convierte ese trayecto en una línea recta de 800 metros. Menos de la mitad. Y desahoga el tráfico hacia Arco de Ladrillo.
En cuanto a los pasos peatonales, uno de ellos desemboca en el edificio de la Tesorería General de la Seguridad Social, casi junto a la plaza de la geoda. El otro se ubica en la actual pasarela elevada, donde se encuentra el paso a nivel actual de Las Norias, ya anulado.
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