Cuéllar abre las puertas de una Feria preparada para visitar y quedarse

Arranz agradeció a todos los asistentes su compañía, destacando que la de Cuéllar es una feria «viva, en constante evolución», apuntando que ya el año pasado nació la carpa de vinos y cervezas, que este año tiene su continuidad, y este año una dedicada a la artesanía, «que también tiene mucho sentido con el lema, era algo que ya existía y que no hemos podido recuperar dentro del castillo, y queríamos volver a tener una feria de artesanía». En ella además de trece expositores con diferentes productos hay una pequeña exposición de cuatro artistas locales.

A ello se suma una carpa principal, la mitad de la cual está ocupada por distintas empresas de industria y servicios y el resto por productores y vendedores de alimentación. Para completar la feria se encuentran los espacios exteriores, con 500 metros cuadrados de exposición ocupados por dos empresas de Cuéllar y su comarca.

Arranz también estacó cómo se ha intentado dar continuidad a la Feria y que al mismo tiempo evolucione y siga creciendo. Muestra de ello es que el año pasado contaba con en torno a medio centenar de expositores y este año alcanza las 65 empresas que están presentes en los diferentes espacios, que también han sufrido un aumento en el número de metros cuadrados de exposición, así como ha crecido el número de actividades que se desarrollan durante todo el fin de semana.

Y es que se sigue apostando por una Feria para quedarse, más allá de pasear por la carpa, realizar compras y marcharse. Para ello se ha realizado una programación variada para todas las edades y gustos, además de la visita a los diferentes sectores representados en la cita. Dentro de las actividades se encuentran catas, una zona de hinchables para los más pequeños, que además contarán con talleres de manualidades y actividades, sin olvidar la amenización musical de los vermús, de la mano de las dulzainas y una charanga local, y los conciertos preparados para las noches de viernes y sábado.

A toda esta oferta se suma la turística, pues a escasos metros del recinto ferial se sitúa el castillo de los Duques de Alburquerque, que ofrece visitas guiadas y teatralizadas. De hecho, los bufones (miembros de la compañía municipal de actores) que protagonizan la obra 'Tecnomedievo', que se puede disfrutar esta temporada en la fortaleza, también estuvieron presentes en la inauguración, con una divertida escena en la que recordaron las ferias que se llevan celebrando en la localidad desde hace siglos, y con un guiño a lo poco entretenidos que son los discursos de los políticos.

Y es que durante la inauguración también tomó la palabra el alcalde de la villa, Carlos Fraile, que se encargó de los saludos institucionales, pues el acto contó con la presencia de numerosos políticos, diputados provinciales y nacionales, procuradores en las Cortes regionales, la subdelegada del Gobierno, Marian Rueda, alcaldes y concejales de la comarca y ediles de Cuéllar.

Fraile también destacó la importancia de este tipo de ferias para fomentar el desarrollo económico y la evolución comercial y cómo la de Cuéllar este año, con 1.600 metros cuadrados de exposición, es una amplia muestra de los productos de la comarca y de la región, destacando también el protagonismo que se le ha intentado dar a la artesanía y a los artistas locales en la nueva carpa, en la Feria que trata de ser dinámica y en la que se pueden compartir los productos del territorio y maridarlos con espectáculos culturales.