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«De muy buena agua y necesaria para la provisión de los vecinos desta villa». Su historia data, al menos, desde el siglo XVI. El ... Archivo Municipal de Valladolid conserva un primer legajo que da fe de su existencia en el año 1586. «Es agua de manantial que vierte sobre un pilón no muy grande y tiene un solo caño». Así reza el acuerdo adoptado por el Ayuntamiento el 25 de febrero de aquel año: «Este día hizo relación en este Ayuntamiento el señor Alonso de Verdesoto para que la fuente de la Salud, questá cerca desta villa, camino de Tudela, que es de muy buena agua y necesaria para la provisión de los vecinos desta villa y hay necesidad que se repare y aderece... acordaron... reparar la dha. fuente y hacer un arca por la orden qua le pareciere que conviene... lo que se haga por quente de las obras públicas desta villa«.
Cuarenta años después, en los años treinta de 1600, «se reparó el encañado, el alcantarillado y se construyó un pilón que sirvió como abrevadero», para lo que se utilizó «piedra de calidad sobrante de otras arquitecturas» como la que había en la puerta del Consistorio o en la fuente de la Rinconada. Fue en aquel momento cuando la Fuente de la Salud adquirió el aspecto que mantiene en la actualidad con su muro, los adornos de las bolas (hoy desaparecidas) y el asiento corrido. Se arregló entonces a conciencia.
Fue de tal importancia para la ciudad que el Ayuntamiento puso un empleado municipal para su vigilancia: el conocido como 'guarda y caminero del Paseo y Fuente de la Salud'. En 1859, al día siguiente de fallecer el hasta entonces guarda, el Ayuntamiento recibió nueve solicitudes de aspirantes al puesto. Años después, en 1866, el Consistorio aprobó la construcción en sus inmediaciones de una casilla donde éste pudiera guarecerse de las inclemencias del tiempo. A finales del XVIII se hicieron obras de adecentado y limpieza de su encañado, con motivo del trazado del Paseo de San Isidro, desde la puerta de Tudela hasta la fuente, acompañadas de una plantación de árboles. Por entonces había una desviación de agua de este manantial hasta La Cistérniga.
Un siglo antes, en 1762, miles de soldados franceses habían acampado en sus alrededores. Una placa recuerda aquella 'visita'. «Los días 15, 18 19 de julio de 1762 los batallones franceses de Artois, Royarbesu, Domon, Momore y Cambis se asentaron en esta Fuente de la Salud. Después fue restaurada en 1992 al crearse este parque a instancias de la Asociación de Vecinos siendo alcalde de la ciudad el Ilmo Sr. D. Tomás Rodríguez Bolaños. 28 de marzo de 1992». El Rey de Francia, Luis XV, envió aquel año a España una división de unos diez mil hombres compuesta de doce batallones de Artillería. En Valladolid permanecieron unas dos semanas durante las cuales realizaron simulacros marciales. Las crónicas de la época recogen que ni a la población ni a sus regidores les hizo ninguna gracia que se instalasen en la ciudad. Parte de aquel ejército fue el que vivaqueó junto a la Fuente de la Salud.
Un siglo después, durante la Guerra de Independencia, de nuevo militares franceses se instalaron en su entorno. Allí perdió la vida, en marzo de 1808, el general Jean-Pierre Firmin Malher, oficial del ejército napoleónico fallecido durante unos ejercicios de tiro realizados en el Campo de San Isidro; un soldado disparó accidentalmente la baqueta de su fusil hiriendo de muerte al militar, que está enterrado en el vestíbulo de la Iglesia de San Pedro. «Tuvo lugar su sepelio el día 15 inmediato, después de los funerales que se celebraron en la misma iglesia, siendo acompañado el cadáver por toda la oficialidad del ejército francés acuartelado en Valladolid, desde el palacio de la Excma. Señora Marquesa del Arco, en la calle de Herradores, hoy de Alonso Pesquera, donde se hospedaba», cuenta Casimiro García Valladolid en su obra «Valladolid, sus recuerdos y grandezas».
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