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Los usuarios, ciclistas, sobre todo, del Camino Natural Vía Verde del Valle del Eresma, que discurre por la antigua línea de ferrocarril Segovia-Medina del ... Campo, alertan del lamentable estado de conservación que presenta dicha infraestructura, a juicio, por «falta de mantenimiento», sobre todo, en el tramo final comprendido entre la localidad segoviana de Coca y Olmedo. Y lo han hecho a través de un escrito, enviado a las administraciones competentes, en el que lamentan las numerosas averías sufridas en las últimas semanas por sus usuarios de dos ruedas en forma de pinchazos y roturas de piezas de sus bicis fruto del crecimiento descontrolado de vegetación.
En el escrito, encabezado por una tienda de deportes de Olmedo, se señala cómo en las últimas semanas se ha atendido en dicho negocio a «numerosos ciclistas con múltiples averías en sus bicicletas, tales como roturas de cambios, ruedas con radios rotos y pinchazos, causados por exceso de vegetación existente en el citado tramo y que se agrava en los últimos cinc kilómetros antes de la llegada a Olmedo». Una problemática, advierten, que se da todos los años y cada vez con más incidencia.
Los autores del escrito reclaman que la vía verde «tiene que ser mantenida en todo sus tramos habida cuenta de las quejas que cada día dejan los usuarios y los comentarios cada vez más negativos que desaconsejan circular por el citado tramo». Eso además de recordar que «el sentido de las vías verdes es fomentar el turismo, la práctica deportiva y la comunicación entre zonas rurales».
De ahí que insten al al Consorcio Vía Verde del Valle del Eresma, una entidad integrada por el Ayuntamiento de Segovia, la Diputación de Segovia y la Asociación Intermunicipal para el Desarrollo de la Comarca de Santa María la Real de Nieva AIDESCOM, a que «tome las medidas oportunas para subsanar el problema y emprenda las acciones preventivas necesarias para hacer esta vía mejor y más transitable».
El escrito se ha dirigido igualmente al Ayuntamiento de Olmedo para que traslade también la queja a las instituciones y a la entidad gestora de este sendero «para que realicen las actuaciones pertinentes de mantenimiento, conservación y promoción del Camino Natural Vía Verde del Valle del Eresma».
Esta senda, que cuenta con una longitud de 73 kilómetros, es «ideal para recorrerla en bicicleta con la familia por su fácil y suave trazado», que parte de la monumental ciudad de Segovia y que finaliza en Olmedo. La ruta consta de tres etapas:
La primera etapa (Segovia-Yanguas de Eresma) comienza en el conocido popularmente como puente de Hierro (oficialmente puente de Tejadilla). Los cuatro primeros kilómetros transitan fielmente por el antiguo trazado ferroviario que unía Segovia con Medina del Campo. Poco después de superar el kilómetro 1 se atraviesa el túnel de Perogordo y dos kilómetros después se llega a la pedanía de Perogordo, perteneciente a la capital segoviana. A continuación, el itinerario cruza bajo el trazado de la Línea de Alta Velocidad Madrid-Valladolid-Palencia-León avanzando en los próximos 4 kilómetros en paralelo a ella, dejando la línea férrea a la derecha. Finalizado este tramo, el viajero tras atravesar una pequeña pasarela de madera, descubre la ermita de Nuestra Señora de la Aparecida. Después el itinerario discurre brevemente por el polígono industrial Nicomedes García, cruzando nuevamente bajo el trazado del AVE, retomando de nuevo el trazado original. El viajero continúa su aventura pasando sobre el puente de Lobones y poco después por el caserío del mismo nombre. Llegando a Hontanares de Eresma el Camino Natural
Vía Verde Valle del Eresma cruza con el Camino Natural del Eresma con lo que se debe estar atento y seguir la señalización correcta. Tras abandonar Hontanares de Eresma con su antigua estación, se llega al apeadero de Ahusín, poco después al túnel de Ahusín y finalmente a la antigua estación de Yanguas-Carbonero, que marca el final de la primera etapa.
La segunda etapa (Yanguas de Eresma-Nava de la Asunción) cruza por un puente el río Eresma poco después de su inicio, dejando paso la vegetación de ribera a pequeños rodales de pinos y cultivos de cereal. La ermita de la Virgen del Tormejón es testigo impasible del avanzar del caminante, llegando después de superar el punto kilométrico 30 al apeadero de Armuña. El camino avanza junto a la población de Miguel Ibáñez, donde la sombra ofrecida por el área de descanso permite recuperar fuerzas. Entre cultivos de cereal se alcanza la población de Ortigosa de Pestaño, donde el trazado del antiguo ferrocarril y su bella estación separaban el barrio conocido como de La Estación del resto del núcleo urbano. A continuación el viajero prosigue paralelo a la Línea de Alta Velocidad, llegando a la ermita de la Virgen del Pozo Viejo. Tras pasar bajo la actual línea de ferrocarril (AVE), el trazado original se adentra en una masa de pinar de pino resinero que no abandonará hasta 2 kilómetros antes de finalizar esta segunda etapa en la localidad de Nava de la Asunción.
La tercera y última etapa (Nava de la Asunción-Olmedo) comienza donde finalizó la anterior, en el punto kilométrico 48, donde sobresalen sus grandes extensiones de pino resinero que fueron y son parte importante de la economía del municipio. El itinerario comienza cruzando la carretera provincial SG-V-3413 dejando poco después a la derecha la antigua estación, en perfecto estado de conservación ya que el edificio que en el pasado albergó a los viajeros del ferrocarril acoge hoy el museo dedicado al afamado poeta de la localidad, denominado Estación de Encuentro Jaime Gil de Biedma. Sin más preámbulos, se abandonan las tierras de labor de cereal de secano, y el viajero se zambulle en un gran bosque de pino resinero que ofrece un alto valor paisajístico ligado a la importancia socio-económica de estos árboles, ya que la extracción de resina es un sector clave de esta zona rural.
Después de cruzar por un paso subterráneo las vías del AVE, se avanza en paralelo a ellas para llegar al portentoso puente sobre el río Voltoya, que con sus 110 m de longitud cruza el cauce de este río poco antes de que este vierta sus aguas en el río Eresma cerca de la antigua estación de Coca, de la que hoy solo se conservan en pie las ruinas de su almacén y un área de descanso. Tras cruzar la carretera a Villagonzalo de Coca se encuentra otro edificio en ruinas, aunque de construcción más moderna, y que también hizo las veces de estación ferroviaria. De vuelta al itinerario, un antiguo refugio forestal actualmente restaurado y puesto en valor como ruta senderista, pone punto final al pinar de El Cantosal, regresando a un paisaje dominado por cultivos de cereal de secano.
Llegando al punto kilométrico 59 se alcanza la pequeña localidad de Ciruelos de Coca, con su antigua estación de ferrocarril. Dos kilómetros después, tras ligeras rampas de subida y bajada, se cruza nuevamente el trazado de la línea del AVE por un paso subterráneo habilitado al efecto que conduce a un área de descanso situado en el que fuera apeadero de Fuente de Santa Cruz. Poco después del punto kilométrico 67 se cruza la carretera VP-1106, que da acceso a la localidad de Fuente-Olmedo, ya en la provincia de Valladolid. Y finalmente, tras algo más de tres kilómetros, un panel interpretativo marca el final del Camino Natural Vía Verde del Valle del Eresma, a escasos 600 metros de Olmedo.
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